El Masajista gay

Jon Bicho

Publicado febrero 27, 2024

Cuando cumplí 18 años, la situación en casa era muy dura, mis padres estaban ahogados en deudas. Mi padre fue a hablar con su mejor amigo y compañero de trabajo, le pidió encarecidamente que lo ayudara con algún dinero, se ofreció a darle un préstamo para salir de sus deudas, pero habría un precio, yo. Mi padre quedó en shock, no sabía qué decir y se fue a casa adolorido por lo que su amigo exigía a cambio para salir de la crisis económica.

Confieso que siempre, desde pequeño, vi a Vasili como mi fantasía sexual, y cuando supe lo que pedía, hablé con mis padres y les pedí que aceptaran, sin divulgarlos que siempre estuve enamorado secretamente de él, aunque creo que por mi actitud hacia su amigo, ya lo sabían o sospechaban.

Vasile, un hombre fuerte y rudo de 42 años, estaba divorciado y con 2 hijas, ni en sueños pensé que tenía esa atracción por mi. Cuando venía al chalet, lo espiaba cuando se cambiaba de ropa, o cuando estábamos en la piscina, me empalmaba sólo verlo en bañador y siempre trataba de rozarlo y olerle su calzoncillos.

Mis padres aceptaron con 2 condiciones, que siguiera viviendo en casa y que estudiara una carrera en la universidad. Y como Vasile vivía a una calle de mi finca, acepto las condiciones sin poner objeciones.

Ese día fui con Vasile a su piso. Yo nunca había tenido relaciones con nadie, era virgen en todos los sentidos. Cuando llegamos, enseguida se desnudó y me ordenó que hiciera lo mismo para prepararme antes de tener relaciones. En el baño me enseñó a hacerme un lavado profundo y me advirtió que siempre lo debía hacer antes de tener relaciones, como yo no sabía nada de sexo, pensé que era lo normal. 

Del baño, pasamos a la cama, yo temblaba por ser la primera vez que tendría sexo, empezó a besarme el cuello y me llevo la mano a su polla, pero mi excitación e inexperiencia hicieron que me corriera, ya que tenía sobre mi al hombre de mis sueños. Vasile fue comprensivo y me dijo: “no pasa nada Razvan, seguimos y no pasa nada.

Tardé unos minutos en volver a tener una erección, mientras me decía  lo que tenía que hacer para complacerlo. Yo estaba tan excitado que cuando entró su polla en mi culo, el dolor intenso de la primera vez, se fue transformando en una especie de placer y agonía. Estuvo follandome por largo tiempo y yo solamente lo dejé hacer lo que le apeteciera hacer porque mi fantasía se había hecho realidad.

Ese día me follo varias veces, no vi extraño que me prohibiera tocarme la polla mientras usaba mi culo, y me indicó que  solo podía correrme después que él lo hiciera. Se corrió dos veces, una dentro de mi culo y otra en mi boca. En ambas experiencias me sentí agradecido por haber complacido al hombre de mis sueños.

Ya han pasado 4 años de ese primer día, sexualmente me ha moldeado a su deseo y además como no he tenido, ni se me pasa por la mente, otra relación con nadie más, he aprendido a complacerlo y servirlo. En cuatro años se ha convertido en un hombre dominante, celoso y violento, reconozco que lo respeto y le temo. Me hace llevar un chastity cage cuando voy a la universidad y cuando follo con el. 

Ambos hemos cambiado físicamente. Yo he sacado un cuerpo más musculado debido al ejercicio de pesas y el gym, y el ha perdido mucho de su encanto, ahora con más peso y sin barba, pero sigue siendo fuerte y rudo, algo que se suma a su mal carácter.

Hoy estamos con mis padres en el chalet disfrutando las vacaciones de verano, aquí Vasili y yo dormimos juntos en una habitación contigua a ellos. Más de una vez se han preocupado por la forma en que siempre me trata. La última vez me abofeteó por tardarme en entrar a la habitación y mis padres escucharon tanto la cachetada como la reprimenda, supongo que también escuchan las folladas. No puedo evitar el no gritar cuando me penetra bruscamente, ni cuando me tira de los cabellos o me abofetea.

Me he levantado temprano, he ido al baño para estar preparado para cuando despierte, igual que cada mañana desde que estoy con el. Desafortunadamente hoy me tarde un poco más que de costumbre y el despertó, y al no estar a su lado se encabrono, fue al baño, me tomo fuertemente del cuello y me lanzo con fuerza en la cama, me escupió el culo y me introdujo su polla tan bruscamente que no pude evitar dar un alarido de dolor. Fue tan dolorosa la follada que comencé a llorar como un niño, tanto por el dolor que no paraba, como por el miedo de su reacción por mi falta. Le pedí perdón repetidamente  entre sollozos mientras me follaba, y recibía escupitajos, insultos y más violencia de su parte. Al fin se corrió, me sacó su polla, me tomó de los cabellos y me ordenó dejarla limpia de leche. Luego se levantó se fue al baño y antes de entrar, se volteó y me dijo autoritariamente: “Razvan, no se te ocurra salir de la cama por dos horas, voy a bañarme, desayuno y voy a buscar a mi hija al aeropuerto”.

Quedé inmóvil en la cama, con mi culo maltratado lleno de leche y llorando por todo lo que acababa de pasar. Salió del baño, se acercó a mi me dio con rabia un correazo por la espalda, fue a desayunar y oí su coche partir, pero aún así no me atrevía salir de la cama por la orden recibida. 

Mis padres entraron a la habitación, y me pidieron que lo dejara, que la deuda estaba saldada, me dijeron que ellos habían escuchado lo que había pasado, yo seguía llorando por el dolor en mi culo y el miedo a Vasile, pero ahora también por vergüenza para con mi madre y mi padre.

Salí al cumplir las 2 horas de “castigo” de la habitación, fui al baño y al salir, mis padres tenían al vecino de visita. Me pidieron que le fuese a ayudar a mover unos muebles. Así lo hice, y mientras movíamos los muebles de un lugar a otro, Vasili llamó para decirme que bajara con mis padres en 5 días porque se quedaría con su hija y nieto, y además estaba muy cabreado por mi falta. Me dijo casi gritando por el móvil : “ si se repite lo de esta mañana una vez más, lo de hoy será nada comparado con tu castigo”. Yo sólo podía pedirle disculpas y más disculpas, con la voz entrecortada y con un miedo que no podía ocultar.

Al terminar la conversación, me derrumbé, empecé a llorar por la impotencia y el miedo, delante de Alejandro, mi vecino, un hombre maduro de 60 y tantos años y corpulento. Se acercó a mí y me abrazo consolándome, me dijo que iba a aprovechar para hablar conmigo, mis padres se lo habían pedido, casi como súplica. Yo lloraba y me aferraba a él en un abrazo que me hacía sentir protegido. Sin darme cuenta nos estábamos besando, con un placer inmenso de sentirme diferente a como me había sentido con Vasili los últimos 4 años. El sentir que tenía que estar con alguien por deber, por miedo, obligación y costumbre era distinto a lo que sentía ahora.

Poco a poco fuimos yendo a una relación sexual que yo nunca había experimentado con Vasili. Alejandro, me quito la ropa entre caricias y besos, fue a mi polla y comenzó a comerla y siguió hasta el culo, algo que nunca había experimentando, luego me tocó a mi “devolver el favor”, en esto sí tenía mucha experiencia porque sólo yo lo hacía a Vasili y el nunca me lo había hecho.

Me pregunto si quería que me follara, nunca Vasili me preguntó nada, lo hacía y yo no tenía nada que decir. Poco a poco fue introduciendo su polla, cuando estaba toda adentro, pese al maltrato anterior, no tenía dolor y si mucho placer. Su mano tomó la mía y la llevó a mi polla y me susurro al oído:”masturbate mientras te hago el amor, pero trata de no correrte”. Eso no lo pude hacer, se lo dije, estos años de prohibición a tocarme mientras me usaba habían hecho  efecto. Alejandro sólo me dijo: “no te preocupes, ya lo lograremos”. Eso me hizo sentir que no era sólo usado, abusado.  Mientras me follaba, me besaba y me calmaba con palabras bonitas, me sentía querido por primera vez en mi vida. Se corrió en mi culo y enseguida comenzó a chuparme la polla hasta que no pude más y me corrí en su boca. 

Los días siguientes me mudé con él, olvidándome de Vasili siempre que Alejandro estaba a mi lado. Le conté como era mi vida,  del sexo, del respeto que le debía dar, del miedo que le tenía y que no quería volver a eso, Alejandro me dijo que no tenía que hacerlo,  que podía quedarme con el todo el tiempo que necesitara. 

Pero al volver del chalet, para ir a la universidad, allí estaba Vasili, me cruzó la cara de una cachetada para demostrar su autoridad sobre mí y me ordenó ir a casa, necesitaba follar, los días con su hija y sin mí, habían sido más que suficiente. Fui a su piso, me hice una lavativa, me puse el chastity cage y me fui a la cama temblando de miedo, pensando que podía enterarse de mis días de libertad y felicidad con Alejandro. A las 3 horas apareció, se desnudó , estaba sudoroso, entró a la cama y volvió a follarme, a usarme a degradarme como siempre y entendí que eso no lo podría cambiar nunca.


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